Creer en el municipalismo es creer también en el Área metropolitana central de Asturias. Así lo ha defendido Izquierda Unida en todos aquellos ayuntamientos donde ha tenido tribuna para hacerlo, incluido Oviedo. Lo ha argumentado públicamente, ante los medios y la opinión pública, pero también en reuniones preparatorias a puerta cerrada, desde la Junta General y desde las organizaciones locales.
Los concejos deben crecer mirando al concejo vecino, tienen que desarrollarse planes estratégicos que tengan en cuenta aspectos como la eficiencia, la distribución de población, la necesidad real de infraestructuras, la utilidad de los servicios que ofrecen, el crecimiento urbanístico, la sostenibilidad medioambiental o el desarrollo económico. Y para todo esto es esencial un área metropolitana desde la colaboración, la solidaridad y los proyectos compartidos.
El área central asturiana es un área policéntrica, la séptima de España en número de habitantes, tradicionalmente ha asentado su potencial en el tejido industrial con una red de ferrocarriles adaptada a las necesidades de dicha industria, pero hoy se busca potenciar un proyecto más ambicioso con la creación del Área Metropolitana de Asturias (AMA) impulsada por un grupo motor de seis concejos y el Principado, y que pretende crecer e incorporar a más concejos en un futuro próximo.
Frente al grave problema de despoblación que vive Asturias, el área metropolitana puede llegar a ser el espacio perfecto para buscar soluciones, sabiendo que Asturias dispone del tamaño suficiente, y de una diversidad social y económica óptima para generar un mercado laboral amplio con mano de obra cualificada y especializada. Que se asiente, además, sobre su tradición industrial, las instituciones de investigación y formación relevantes, tal como recogen las aportaciones realizadas por la Universidad de Oviedo y el Colegio de Arquitectos de Asturias. Además, actuar en conjunto sobre este área supondría un aumento significativo del PIB.
Desde Izquierda Unida tienen claro que Oviedo no puede quedase fuera de un proyecto como este, porque perdería, en parte, su razón de ser. Es justo la condición de capitalidad de Oviedo la que convierte a este municipio en indispensable en la construcción del área metropolitana. Para aprovechar el potencial de la Universidad de Oviedo como centro de conocimiento y generador de investigación científica pública, sobre todo en el sector biosanitario pero también respecto a la industria tecnológica por su capacidad generadora de empleo y la apertura de un nuevo horizonte ante la transición energética que es ya, hoy, uno de los retos fundamentales de Asturias en los próximos años.
Por otro lado, los polígonos industriales más relevantes que se sitúan en el entorno de Oviedo, Colloto, Tudela Veguín, Trubia y Olloniego, son, en parte, zonas limítrofes con otros concejos como Siero, Llanera o Mieres. Esto produce también un desplazamiento de la población hacia los barrios de las zonas próximas transformando la ciudad de su forma circular clásica a otra más alargada, afectando esto al tráfico y la red de transporte.
En el eje Oviedo- Gijón- Avilés se condensan seis empresas distintas de transporte de viajeros, por tren y carretera, urbanas e interurbanas. Este modelo es ineficiente, caro y poco acorde a lo que debe ser un servicio público realmente útil para mover potencialmente a más de 800.000 personas desde sus lugares de residencia a sus centros de trabajo, estudio y ocio.
Oviedo se convierte en una piedra angular en este proyecto colectivo, no solo por todo lo expuesto en materia de industria y transporte sino también para mejorar los servicios públicos sobre todo del ámbito sanitario y educativo. Además, es necesario un trabajo de reflexión sobre cómo equiparar en oportunidades y acceso a los servicios, a los núcleos rurales respecto a los urbanos, para evitar despoblaciones y abandonos, y por el contrario, fomentar la vivienda en el entorno rural como garantía de futuro.
Respecto a otros temas como la cultura o la administración pública también Oviedo se convierte en fundamental. Sede de museos asturianos como el de Bellas Artes o el Arqueológico, y de las distintas administraciones, implican al municipio en un trabajo necesario de coordinación, eficiencia en la movilidad y potenciación de actividades culturales.
Todos estos asuntos, y muchos otros son los que deben ser materia de debate y consensos en una potencial área metropolitana, que no debe ser un fin en sí mismo sino un instrumento que garantice un análisis profundo de los recursos de Asturias.
El primer paso ha sido la firma de un convenio y posteriormente llegarán los estatutos que ayudarán a construir la herramienta necesaria para afrontar todos los retos que harán progresar, pensando en colectivo, una región que puede exportar experiencias de otras áreas metropolitanas pero que tendrá, sin duda alguna, sus propias claves para desarrollarse. El debate sobre las administraciones públicas que forman parte del AMA es un debate tramposo, para Izquierda Unida de Oviedo, porque oculta intereses propios del tacticismo electoralista del momento. El área metropolitana será lo que entre todos quieran que sea, sin imposiciones y sin perder autonomía municipal. De momento el folio está en blanco, y por tanto, todos deben despojarse de prejuicios y desconfianzas cuando nos jugamos el futuro de Asturias.
Publicado en La Nueva España, 16 marzo 2019: https://www.lne.es/oviedo/2019/03/16/concepcion-metropolitana-futuro-region/2442446.html?fbclid=IwAR0J9Oop5BCGx2QfUbe7Cr4tIQGakGICPzmGNZ2HwqM6Lvu2ii0v9jotYHg